martes, 9 de abril de 2013

La selección hobbit de baloncesto gana la Copa de la Tierra Media


Hinchas enloquecidos en el aeropuerto de Hobbiton de Llobregat.

El Mordor Arena, emplazado en las lomas del Monte del Destino, ha sido el escenario en el que la selección de La Comarca se ha erigido contra todo pronóstico campeona de la Copa de la Tierra Media de baloncesto. Bilbo Gasoldón, capitán del equipo, se mostró eufórico ante las cámaras: “quisiera dedicar este título a todos los hobbits de la Comarca: los Brandigamo, los Ciñatiesa, los Bolsón, los Cojón, los Cabrón, los Gamyi, los Ganapié, los…” dijo antes de que las cámaras cortaran abruptamente a publicidad.

La escuadra hobbit no mostró compasión alguna ante su contrincante, la selección élfica de Rivendel, a la que aplastaron por 142 a 26. Shaquille Cachonegro, robusto pívot de 1’13 metros de altura, fue elegido MVP de la final. “Mucha peluca, muchos andares y mucha magia”, declaró Cachonegro sobre sus rivales, “pero a la hora de la verdad, no son más que nenazas.” Shaquille ya había cuajado una gran actuación en la semifinal, en la que se impuso en su duelo individual contra el pívot enano Gimli Pollas.

El equipo hobbit se ha alzado con el Anillo Único de campeón tras superar en las eliminatorias a la selección de Rohan (expulsada por empeñarse en montar a caballo sobre la cancha), la selección Naz-Gul (expulsada por chillar repetidamente) y la velocísima selección de Ents.

La Comarca se ha destapado como una incansable factoría de talento baloncestístico. Jóvenes perlas como Ricky Pradorrubio o Jorge Barbajosa están asombrando al mundo con números que rozan el séxtuple doble. “El secreto está en el pan de lembas”, afirma Pradorrubio. “Con un par de bocados ya te tiras unos cuescos que te propulsan de sobras hasta el aro.”


La gran decepción del campeonato ha sido sin duda la selección orca, anfitriona del evento, entrenada por Luis Aragonés, oriundo de Mordor. Cuestionado por el flojo rendimiento de su equipo, Aragonés decapitó al periodista de un bocado, dejando pocas palabras que poder parafrasear.

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