El pasado fin de semana,
Frank Rijkaard inauguró su propia coffee-shop, el “Rijkaard High”, en las
proximidades del barrio rojo en Amsterdam. El técnico holandés, que se
encuentra actualmente sin equipo tras ser destituido como seleccionador de
Arabia Saudita, ha aprovechado su parón como entrenador para profesionalizar su
gran pasión: el cultivo y consumo de marihuana.
“En Arabia Saudita no
había ná que fumar, tronco, así que mi rendimiento bajó de la hostia”,
confesaba Rijkaard al enviado especial del Diario Carca. “En Barcelona, en
cambio, podía rularme dos o tres antes incluso de haber desayunao.” El holandés
ha adquirido, además del local, un pequeño campo de cultivo y un laboratorio
para diseñar y perfeccionar nuevas variantes de cannabis según sus gustos
particulares.
Rijkaard nos habló de los
productos que saldrán al mercado bajo su sello. “Ya tenemos casi siete
variantes propias. La Ronaldinho, por
ejemplo, proporciona un cuelgue intensísimo, digamos que de clase mundial, que
se esfuma rápidamente hasta quedarse en nada. A esta de aquí la hemos llamado David Beckham y tiene como única
particularidad que es la más cara del mundo sin ninguna razón en particular. La
Mourinho Widow es fuerte y provoca
una mala hostia considerable en el consumidor, mientras que la Iniesta Blend es muy relajante y provoca
una ligera palidez de la piel.”
No obstante, el sello
Rijkaard High destaca sobre todo por sus productos innovadores. Frank pretende
comercializar el “silbato verde” para los árbitros, que estará convenientemente
aromatizado para que los colegiados “se relajen durante los partidos y no
sucumban a la presión.” Su producto estrella, sin embargo, son los “medias
Contraband”, unas medias de futbolista que incluyen un bolsillo secreto en el
que poder ocultar “bolsitas, dosis individuales, pintura roja para simular
lesiones y todo lo que al jugador se le ocurra.”
0 comentarios:
Publicar un comentario