En una entrevista para los medios
deportivos turcos, los jugadores del Galatasaray han desmentido esta mañana las
acusaciones arbitrales de su propio entrenador, Faith Therim. Didier Drogba fue
el encargado de tomar la iniciativa ante la prensa: “No nos quejamos del colegiado.
Es antideportivo pitarle un penalti en contra al Madrid en el Bernabéu. Pero lo
cierto es que el equipo no pudo jugar al cien por cien debido a causas ajenas. Concretamente, debido a al único capullo español que hay en el equipo.”
El delantero marfileño atacó al
centrocampista Albert Riera, exjugador del Liverpool y actual compañero de
equipo, como principal responsable de la derrota. “Nos dijo que no
podíamos irnos de España sin probar los kebabs de allí. Insistió en que
fuéramos a un puesto de comida rápida en lugar de a un restaurante para que
experimentáramos ‘la verdadera esencia del durum madrileño’. Lo único que
terminamos experimentando fue una diarrea antológica y un regusto a algo que
dudo mucho que fuera queso de cabra.”
Al parecer, Riera pretendía revivir
una tradición que siguió en su etapa como jugador del Espanyol, cuando todos
los jugadores pericos acudían al “Donner Kebab Montjuich” antes de cada
partido. “El cocinero de aquél puesto era muy majo”, recuerda Riera. “Nos ponía
un extra de guindilla que alcanzaba su pico de efecto justo al inicio del
partido. Tengo entendido que los ojeadores ingleses que acudían a nuestro estadio comentaban a sus técnicos que los del Español corríamos como si nos saliera fuego del culo. Si ellos supieran..."
Los jugadores turcos del equipo
han confirmado las declaraciones de Drogba y se han mostrado muy críticos con
la falta de criterio gastronómico del español. “Kebab madrileño difícil de
tragar”, alegaba Burak Yilmaz. “Faltarle ración de escupitajo para facilitar
digestión, y además cinco litros de salsa yogur ser insuficientes. Yo ver con
mis propios ojos cómo cocinero lavarse las manos antes de preparar kebab. Yo no
dar crédito a lo que veía.”
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