El recién electo presidente del EC Granollers, Eliseu Pocasolta, abrió su discurso de investidura anunciando que "el trofeo de la Champions League irá a parar a nuestro museo al término de la próxima temporada". Acto seguido, desplegó una pancarta en la que podía leerse el que se convertirá en el grito de guerra del club, "ganaremos La Primera", aludiendo a la que sería la primera Champions y también la primera copa de absolutamente cualquier tipo en toda la historia del Granollers.
Pocasolta detalló a continuación el plan de modernización al que se sometería el club a fin de cumplir con los requisitos que impone la FIFA a todos los participantes del torneo. "El estadio verá aumentar prodigiosamente su capacidad en 25 asientos, con una sección de palco VIP con elegantes taburetes de plástico blanco. También se removerán todos los charcos de barro presentes en el terreno de juego desde la era del pleistoceno y se instalará un moderno sistema de iluminación compuesto por ocho rumanos con lámparas de aceite sobre la cabeza".
El máximo mandatario aseguró que la nueva directiva no repararía en gastos a la hora de ver consumado su objetivo. "Hemos contactado telefónicamente con Josep Guardiola, a quien hemos ofrecido una cuantioso cheque por valor de trescientas gallinas por dirigir al club", detalló Pocasolta, oferta que al parecer fue recibida con un prolongado silencio al otro lado de la línea, "y es que cualquier entrenador del mundo enmudecería ante una oferta irrechazable como esta".
Un periodista del diario Cerdanyola Sports presente en la sala hizo constar que Pocasolta no había especificado cómo pretendía pasar de Segunda Regional Catalana a Primera División en menos de un año. El presidente contestó con firmeza: "ningún objetivo es pequeño para un club de nuestro prestigio", y observó además que "yo soy un presidente top y tú un periodista cerdanyolés de mierda".
0 comentarios:
Publicar un comentario