En una vibrante y memorable noche
de baloncesto, el alero de los Miami Heat, LeBron James, batió un récord
histórico de la NBA al atarse los cordones de las zapatillas hasta un total de 185
veces durante el mismo partido.
Los jugadores de Orlando Magic,
equipo rival de James en el partido de anoche, no ocultaron el asombro que les
produjo la memorable exhibición del alero estadounidense. “Cuando creías que ya
no podía atárselas una vez más, desanudaba los cordones y volvía a empezar.
Hubo un par de veces en que lo hizo sin equivocarse de lado. Es el mejor
jugador del mundo, no cabe duda”, afirmaba Jameer Nelson, base titular de los
Magic. LeBron fue también objeto de elogios por parte de su entrenador, Erik
Spoelstra. “Sabíamos de su talento y su agilidad de dedos por lo que hemos
visto de él en los entrenamientos, pero lo de hoy ha sido simplemente colosal.
No me importa que haya metido 24 puntos ni que haya rozado el triple doble:
estoy satisfecho de mi jugador principalmente por el espíritu de equipo que ha
demostrado con el récord de esta noche”.
LeBron lidera con amplia
diferencia la tabla de nudos cordoniles de la liga con un promedio 123.5 ataduras
por partido, lo que supone prácticamente 2’7 nudos por minuto. Shit Brown,
preparador dactilar de los Miami Heat, sostiene que la agilidad y la coordinación
de los dedos de LeBron supera a la de cualquier otro jugador de la liga, aunque
también recuerda que el asombroso promedio no se debe tanto al talento natural
del jugador como a su espíritu de superación, su dedicación en los
entrenamientos con el simulador de atado y su afición a juegos como el Twister
y el Simón.
Tras haber superado un registro
que permanecía vigente desde 1.952, LeBron James ha declarado estar centrado en
nuevos objetivos a nivel personal, como el número de vueltas al protector bucal
o el récord de decibelios en una ventosidad individual en pleno partido. Según
su compañero de equipo Dwayne Wade, LeBron tiene este último récord a tiro: “en
alguna ocasión se ha tirado un follo con toda la cancha rugiendo, y aun así se
ha oído. Con una dosis extra de chorizo en las comidas, yo creo que puede
conseguirlo”.
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