domingo, 7 de abril de 2013

Inda House: Destrozando al Levante de mierda

 
 
Yeah, yeah, motherfuckers. Nueva exhibición de polla gorda en el Bernabéu.

Carquistass, si hay algo capaz de provocarme torrentes de orgasmos es ver al Madrid endosándole una manita a un equipo valenciano. Catalán no, porque el día en que el Madrid gane 5-0 al Barça seguramente moriré de felicidad y no podré contarlo. Aunque ese día está cerca. Lo que significa seguramente que mi fin está cerca. Marquen bien mis palabras, carquistass. Márquenlas para que la gente pueda recordarme como el Nostradamus del S. XXI, igual que cuando vaticiné que Pellegrini era un entrenador destinado a pasar muchos años de éxito en el Madrid.

En fin, a lo que íbamos. Victoria de 5 a 1 contra el todopoderoso Levante. Un conjunto temible en el que jugadores como Juanfran, Ballesteros y Raúl García son capaces de desequilibrar un derby por sí solos.

Las cosas no empezaron bien después de que Míchel aprovechara un delirium tremens de Diego López para adelantarse en el marcador. El colegiado abogó inexplicablemente por no anular el gol, demostrando una vez más que en el mundo existe e impera un odio indiscriminado hacia el Real Madrid, lo que ya quedó patente cuando la brutal entrada de Nani en octavos de la Champions fue sancionada únicamente con tarjeta roja.

No ocurre nada. Si le tiras una piedra a una apisonadora, la apisonadora se enfada. La apisonadora responde. Y en última instancia, la apisonadora apisona, aplasta, arrolla, asesina. El Pipita Higuaín abrió la lata, Kaká se reivindicó anotando un majestuoso gol de penalti y CR Nabo no faltó a su cita diaria con el marcador. En las postrimerías del partido, el árbitro se rendió a la evidencia y dejó por fin jugar al mejor equipo del mundo, que elevó al Bernabéu a una altura celestial por medio de Özil y su doblete instantáneo.

El marcador final quedó en un apoteósico 5-1 ampliamente superior al 5-0 con que el Farsalona venció al Real Mallorca, equipo colista y sin sangre amén de obviamente comprado por Sandro Rossell y su gang mafioso. El Barcelona volvió a faltar el respeto al rival al negarse a alinear a Messi con la burda excusa de que estaba lesionado. Pero ya verán, amigos carquistas, cómo ese maldito enano hormonado jugará 90 minutos en la vuelta contra el París Saint Germain con parte médico o sin él.

Deben ustedes saber que no descansaré hasta destapar el verdadero escándalo que se esconde en las profundidades de la clínica médica del F.C. Barcelona. Hundí a Ramón Calderón y hundiré a Messi. Recuerden: soy el Nostradamus del fútbol. Me lo dijo Carlos Jesús hace ya unos años en una clínica de rehabilitación toxicómana.

No quisiera despedirme sin enviar un mensaje de ánimo a mi amigo Tomás Roncerdo, acusado injustamente de canibalismo tras pedir chuletas de cerdo en un restaurante. Amigo Tomás, estamos contigo. Y si nos cedes la directiva de tu periodicucho, todavía más.

Conduzcan con precaución, carquistas, a no ser que haya un culerdo delante.

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